Con la apertura de fronteras, se dispararon las consultas para alquileres temporarios; cuáles son las zonas más buscadas y cuánto salen las propiedades.
Después de un año y medio de blindaje turístico, Uruguay se prepara para lo que auguran será una de las temporadas más exitosas de los últimos años. A partir de la apertura de fronteras y las flexibilizaciones de los protocolos, sumado a la posibilidad de aplicarse la vacuna Pfizer, las inmobiliarias comenzaron a recibir reservas con una inusual anticipación.
A la habitual consulta por los alquileres de temporada se suma un nuevo negocio que creció exponencialmente en el último tiempo: los alquileres temporarios de turistas que viajan a probar la vida en Uruguay.
Los alquileres temporarios de argentinos en Montevideo crecieron un 40%. La tendencia se repite en Punta del Este, que vivió un inverno histórico en términos de ocupación de viviendas y apertura de negocios.
¿Cuál es el perfil de los buscadores?
Se trata de personas de entre 25 y 35 años que alquilan por tres o cuatro meses unidades amobladas y equipadas para probar la vida antes de mudarse definitivamente. En Punta del Este también se está viendo este fenómeno.
La tendencia al éxodo, sobre todo entre gente joven, creció desde 2019 y se reactivó con la reapertura de fronteras este mes.
En muchos casos, las inmobiliarias transformaron sus servicios y uno de los nuevos ejes del negocio contiene la función de asesorar a los clientes en relación a la relocación y la obtención de residencia legal.
Cuánto sale
El alquiler temporario como preludio de un eventual establecimiento permanente no es tarea fácil. Hay ciertos requisitos a tener en cuenta antes de embarcase en el proyecto y, la elección de la vivienda en cuanto a sus prestaciones, ubicación, precios y cercanías a zonas de interés no es una cuestión menor a la hora de pensar “a largo plazo”
Mudarse no siempre es tarea fácil y la vivienda es una pieza fundamental. En Uruguay, el contrato mínimo de alquiler por ley es de dos años y los hoteles resultan costosos si lo que se busca es residir unos meses. Ante esta situación los argentinos que cruzan el charco para probar la vida en Uruguay, optan por contratos cortos de alquiler, en departamentos amueblados y equipados. Claro está que tratan de aprovechar el período de baja temporada donde el valor del alquiler es hasta cinco veces menor que en alta temporada.
Como en todas las ciudades, en Montevideo y sobre todo en Punta del Este varían enormemente los precios en temporada alta y baja. En este sentido, en Punta del Este se vive un fenómeno particular. Más allá de los argentinos con propiedades que decidieron trasladarse para transitar la pandemia en Uruguay, también existe un público creciente de jóvenes que llegan en búsqueda de una mejor calidad de vida. Se trata principalmente de profesionales de la industria de la tecnología y las fintech que por su actividad pueden mantener su relación laboral diaria a la distancia.
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