Una casa construida en los años 40 es la base de esta nueva vivienda. ¡Irreconocible! Te mostramos cómo era antes de que el estudio Espacio de Arquitectura la transformara en una construcción actual por dentro y por fuera y en conexión total con el entorno.
Proyecto de reacondicionamiento: una nueva vida
Ubicada en una granja de cinco hectáreas y construida en los años 40 en Las Sierras de Córdoba (Argentina) esta casa está rodeada de un paisaje característico de la zona. Los nuevos propietarios quisieron darle un giro de 360º aprovechando las excepcionales características del entorno y la estructura base de la construcción. Para ello, el proyecto de reacondicionamiento y reforma integral cayó en manos del estudio Espacio de Arquitectura que transformó lo viejo en una actual y perfecta casa de fin de semana.
Con la sostenibilidad por bandera
El hilo principal en todo el proyecto ha sido la sostenibilidad. El primer paso fue preservar la construcción y convertirla en la base de apoyo de la nueva, que crece en altura; pero también en otros aspectos del proyecto como la elección del sistema de construcción o la elección de sistemas de eficiencia energética.
Una mirada al pasado
"Decidimos mantener la casa original, utilizando su caparazón de muros de carga y arcos redondeados como soporte estructural del nuevo espacio", declaran los arquitectos de Espacio de Arquitectura. En la reforma o reacondicionamiento de la casa se buscó un diseño que permitiera la conexión con el entorno, llevando el exterior hacia dentro a través de las aperturas de la fachada. Así, la solución fue crear una galería florante.
En varias alturas pero respetando el original
"Lograr un contraste que funcione como evidencia de un vínculo respetuoso entre lo nuevo y lo preexistente fue otra de las premisas del diseño", recuerdan los responsables del proyecto de reacondicionamiento. Los arcos que formaban parte de la galería original se convierten en parte del interior de la casa.
Una galería con doble sentido
En esa conexión que buscaba el proyecto, entre el interior y. el exterior, los arquitectos diseñaron una amplia galería flotante a modo de terraza. Esta se introduce en el bosque, pero además, tiene un papel importante en el mantenimiento de la temperatura de la vivienda: al estar orientada al norte crea sombra en el verano y permite que entre la luz solar en los fríos días de invierno.
Técnicas pasivas que reducen el consumo de energía
Además de la orientación y diseño de la galería que rodea parte de la casa, hay otras técnicas pasivas que se incorporan para reducir el consumo de energía. Un ejemplo son las puertas, que se abren como aleros hacia el norte para frenar la radiación del sol hacia el interior en verano. El movimiento del sol acompaña el uso de los espacios interiores para optimizar la iluminación natural de cada entorno.
Además, merece la pena destacar es estudio que se hizo de la ventilación natural que facilita que la escalera funcione como una chimenea solar, expulsando el aire caliente del interior a través de su abertura en la parte superior y forzando la entrada de aire fresco a través de otras aberturas.
Una estructura ligera que conviviese con la existente
Para la nueva construcción que interviene con la ya existente, se escogió un sistema de construcción ligero que no pusiera en peligro por su peso la estructura original de la casa antigua. Al mismo tiempo, debía ser suficientemente aislante como para soportar las bajas temperaturas de la zona. El resultado fue un sistema de perfil de acero ligero galvanizado, fácil de montar y buen aislante. Unas láminas de metal negro rematan la cara exterior de la fachada en contraste con la mampostería blanca de la zona baja de la construcción.
'In & out'
En esta imagen se aprecia cómo el salón interior y la galería exterior ocupan prácticamente lo mismo: son dos espacios simétricos que tienen un ancho similar.
Espacios conectados también desde el interior
La zona de día del interior de la vivienda es un espacio luminoso que disfruta de las vistas a través de un cerramiento acristalado de suelo a techo en esquina. Justo delante, enmarcándolo, se encuentra la zona de estar y, a continuación, el comedor. Una chimenea suspendida en acero en color negro es el elemento delimitador de los ambientes.
Madera y negro, foco del interiorismo
La cocina también forma parte de la zona de día, de planta alargada. La maxi isla se adosa a la mesa de comedor. Este ambiente de la nueva casa se convierte en un lugar acogedor gracias a la luz natural que recibe y que también se proyecta hacia el resto de la planta. Destacan también los ventanales o aberturas de fachada en semicírculo.
Todo el interiorismo guarda relación con el exterior y el entorno a través del uso de la madera y del color negro (el mismo que el revestimiento de la parte superior de la fachada). Así, desde el salón, al comedor y la cocina, la madera y el color negro se mezclan en armonía para lograr modernidad, sobriedad y calidez a partes iguales.
Arcos originales integrados en la nueva construcción
Un rincón del dormitorio que rescata uno de los arcos de la. construcción original, integrándolo en el ambiente sin que el elemento pierda valor. A partir de él se crea una galería desde la que observar el bosque.
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