La situación en Argentina repercutirá sin dudas en el próximo verano y ya repercute en la relación entre ambos países. En principio se ha dispuesto un control en Aduanas para que se puedan comprar sólo hasta 5 kilos de alimentos sólidos en el país vecino. Es el efecto DÓLAR y es lo que repercutirá en esta temporada. Y no sólo en cuestión de alimentos, se verá en el turismo porque los alquileres se pactan en dólares y el peso argentino ha caído a niveles impensados. La semana pasada impactaron los grandes titulares que decían:
Por primera vez en la historia el peso uruguayo vale más que el argentino.
La inestabilidad argentina ha generado también mucha volatilidad en el circuito cambiario local con un dólar que el viernes cotizó en $32,33. El incremento durante el mes de julio fue de 5,85% y en lo que va del año acumula una suba de 12,43%. La consecuencia fue la mayor intervención del BCU de la que hay registro, el jueves último, al vender
U$S 133 millones, más U$S 25 millones en operaciones a futuro. Por ello, también aquí el valor del dólar dependerá del rumbo que tome la región.
La preocupación llevó al gobierno a reinstaurar la rebaja de 22 puntos de IVA a los turistas que lleguen al país desde el exterior, con el objetivo de captar en especial al turismo argentino que mueve el mercado todos los veranos.
Argentina es el principal cliente del principal rubro de exportación del país; esa es una realidad.
El principal rubro de exportación del país es el turismo receptivo; no hay otro que genere más dinero que ese, y hay un cliente dominante, que es Argentina y va a seguir siéndolo", dijo el ministro de Economía Danilo Astori en el Parlamento la pasada semana.
El panorama interno muestra también otro dato negativo. Según los números de Cepal (Comisión económica para América Latina y el Caribe) en 2016, Uruguay fue el único país de la región donde hubo salida de capitales (por US$ 379 millones), mientras que en todo el resto hubo ingresos.
En 2017 según Cepal, Uruguay recibió US$ 27 millones de Inversión Extranjera Directa. Países como Bolivia (US$ 335 millones), Paraguay (US$ 356 millones) y Ecuador (US$ 755 millones) tuvieron más inversión extranjera en 2017 que Uruguay, cuando en 2015 la IED que recibió Uruguay superó a la de esos tres países sumados (US$ 2.435 millones frente a US$ 2.183 millones).
Los datos de Cepal para 24 países de América Latina y el Caribe en 2017 mostraron que en relación al Producto Interno Bruto (PIB), Uruguay es el que menos inversión extranjera directa recibió: apenas 0,05% del PIB.
“Panamá se destaca como el país de la región que recibe más IED en relación con el tamaño de su economía (con casi 10% del PIB)”.
A su vez, la mitad de los países evaluados recibió más de 4% del PIB en flujos de inversión.
“La atracción de IED al Uruguay cayó fuertemente en los últimos dos años, registrándose flujos negativos en 2016 y un total de US$ 27 millones en 2017. Las entradas de nuevos aportes de capital disminuyeron un 31,5% y alcanzaron un monto de US$ 799 millones, lo que, sumado a los flujos negativos de préstamos entre compañías, determinó el pobre resultado final”, aseguró la Cepal.
Según el organismo multilateral, para 2018 no se prevé un cambio de tendencia.
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